
Los estados del YO
El modelo del Análisis Transaccional, se basa en la observación de la conducta y su interacción y adaptación al entorno. La persona manifiesta una serie de patrones de conducta en sus relaciones con l entorno que lo diferencian de los otros y que son el objeto de estudio del AT.
El Análisis Transaccional, clasifica las conductas de las personas, en tres formas de comportamientos diferenciados y relativamente estables que son los “Estados del YO” denominados “Padre”, “Adulto” y “Nño”. La definición de estos estados es: “sistemas coherentes de pensamiento y sentimientos manifestados por una determinada conducta”.
En cada persona existe una tendencia a comportarse, delante de una situación determinada, con un estado del YO concreto, (Padre, Adulto o Niño). El comportamiento final será el resultado de un proceso interno de valoración personal que será más o menos eficaz eficaz según la coincidencia o disparidad entre los estados del Yo más activos.
Se construye por la incorporación de los mensajes y modelos visto y oído en la cultura familiar y del entorno (padres, familiares, profesores, etc.). Nos dice lo que está bien o mal, cómo debemos ser y debemos comportarnos. Es “normativo”, pues contiene el código de comportamiento familiar y propio (creencias, valores, actitudes, etc.).
Se construye mediante la indagación y la observación del entorno de la persona, utilizando el razonamiento lógico y la reflexión en el momento presente. El Adulto, acumula experiencias, tiene en cuentas las emociones, valora las opciones, las consecuencias y decide el comportamiento más adecuado a la situación actual.
Contiene los sentimientos, pensamientos y comportamientos que cada persona tenía cuando era un niño/a. En él se registran las vivencias emocionales tal y como la persona las ha vivido. Acumula la totalidad de las emociones y sentimientos que componen la pasada historia personal del individuo.
